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Hoy hablaremos de hacer un trío. Es la fantasía sexual más común en muchos, así que aprovecho para contarles algunas de las preguntas más comunes que pasan por la cabeza desde que se tiene la idea hasta que se lleva a cabo (si pasa).

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¿Puedo hacer  un trío?

Quien esté dispuesto a participar bajo el principio “sentir y no pensar”, con acuerdos previamente aclarados y cuidando la propia salud emocional y física, podría hacerlo.

Parejas sólidas  y convencidas que esta práctica no afecta la ética entre ambos y podrían vivir esta experiencia como algo gratificante y no amenazante, también podrían disfrutarlo.

Si la relación pasa por un mal momento, hacer un trío no va a salvar una dinámica que está en picada. Si la relación va mal, el trío podría ser divertido pero NO tiene la función de sanar.

¿Cómo le planteo a mi pareja  montar el trío?

Lo mejor que podría pasar es que ambos tuvieran la misma fantasía, ¡sería ideal! y en ese escenario, les tocaría conversar y poner acuerdos. Pero en las dinámicas de pareja, cada quien tiene sus ritmos y no siempre coinciden. Al plantearlo, sé asertivo/a  y “vende” la idea lo mejor posible. ¿Qué va a ganar tu pareja si accede a vivir la experiencia? Comunica que podrían  ampliar el repertorio erótico, variar el guión sexual y aumentar la conexión en la intimidad.

Por favor, al tener ésta conversación, elige un espacio y momento adecuado, sin dramatizar, porque es un tema natural.


¿Qué pasa si mi pareja no quiere?

Toca respetar su decisión y brindarle su espacio para que madure la idea. Este paso en vuestra intimidad no debe ser bajo presión o coerción.

Si tu pareja en definitiva NO quiere, entonces mejor NO cumplir esta fantasía juntos.

¿Quién será la tercera persona de este trío?

Es posible que pienses en seleccionar una amiga, prima o una persona cercana o conocido/a que esté bueno/a, pero quizá lo más adecuado, es seleccionar a alguien entre ambos y con quien NO exista ningún vínculo fuera de la cama, alguien neutral o hasta un trabajador/a sexual. Esto podría ayudar a espantar fantasías sobre si alguno se queda enganchado/a sexual o emocionalmente con esa persona y a alejar los celos.

Dijo que sí…¿Por dónde comenzar?

Pueden hacerlo de forma imaginaria, ustedes dos solos, en la intimidad de su habitación: la otra persona está allí y los mira, los besa, los toca apasionadamente.. o lo que sea.. ¡Métanse en el papel! Narren la historia como se les ocurra. Esto va a permitir detener el relato si alguno de los 2 está incómodo/a  o llevarlo hasta el final si quieren. Aquí pueden imaginarse qué podrían mejorar para que la experiencia fuese más gratificante.

Con este ejercicio, también pueden aclarar cuáles prácticas sexuales puede hacer su “invitado/a” y cuáles no: ¿Puede penetrar a tu pareja?  ¿A ti? ¿Usar juguetes? Puede besarte? Y  ¿a tu pareja? ..y.. ¿masturbarles? En fin…

Ya estamos los/as 3 ¿Qué sigue?

Una vez elegido/a la persona “invitado/a” , pueden asignarle el rol que ustedes deseen y que  claro está, sea previamente acordado. Pueden comenzar con aproximaciones sucesivas, es decir: poquito a poquito y dejar que la primera vez, solo los mire teniendo sexo y se masturbe… por ejemplo. O que los acompañe de forma virtual y luego avanzan progresivamente en ese mismo encuentro o luego, según quieran. El guión, las posiciones, los juguetes, eso lo determinará de la creatividad erótica de ustedes.

¿Qué pasa si en plena acción ya no quiero más?

Son 3 personas, que se emocionan, que se excitan y pueden pasar cosas que no estaban planificadas. Si alguno de los miembros de la pareja no se siente a gusto, puede detenerse e interrumpir el encuentro. Es tu derecho,  no pasa nada.  Pueden tener un código entre ustedes para identificar cuando algo está tomando un rumbo que no les gusta y de inmediato corregir o finalizar el encuentro.

Para tomar en cuenta:

Cero juicios. Si alguno de los 2 va a estar con alguien de su mismo sexo, no tendría que cuestionarse la orientación sexual, porque el cuerpo está respondiendo a  estímulos gratificantes,  es esperado. Es una práctica sexual, una exploración, una variante.  Ahora, si en ésta experiencia, descubres tu verdadera orientación, pues ¡bien!. (Ya conversaremos de esto en otro post)

¡Usa condón! Por muy saludable y guapo/a que se vea la persona ”invitada” y por mucha confianza que te inspire: ¡tenlos a la mano! y hablo en plural, porque se necesita 1 para cada práctica sexual, para cada orificio y por cada persona.. y si ese día la creatividad erótica está a tope.. entonces, son unos cuantos. Usa los de colores y texturas para que intervengan como un juguete sexual, guarda los de sabores para el sexo oral y recuerda que brindan la seguridad de concentrarte en el placer porque te olvidas del riesgo a embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual.

Si participan 2 chicas (o 3) en este encuentro y hay  roce de vulvas, es adecuado incorporar protección entre ellas para evitar contacto directo. Para sexo anal, también el preservativo es necesario y apóyate de  lubricantes, que pueden intervenir como un elemento para estimular la piel en los juegos previos y además, facilitar la penetración.

Literatura erótica.  Si les gusta, el libro “Pídeme lo que quieras” de Megan Maxwell, (muy de chicas) recrea muy bien el tema del disfrute de la pareja liberal y el movimiento swinger, que aun cuando no es estrictamente nuestro tema sobre tríos, tiene narraciones muy excitantes que alborotan fantasías. Si la leen, pongan especial atención a la pasión, a la creatividad y a la intensidad de cada encuentro íntimo de los personajes. Puede resultarles inspirador.

Entonces… Te animas?

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