Al acabar este artículo te llevarás herramientas para aprender cómo decir las cosas sin ofender. Me resulta interesante que me estés leyendo porque me permite comprender tu preocupación por el impacto que pueda tener tu mensaje. Y es completamente natural sentirse así.
Porque vivimos en sociedad, porque somos seres sociales y porque sentimos la necesidad de expresar aquello que opinamos y sentimos, y eso, muchas veces parece luchar entre sí, creyendo que generará conflicto o tensiones. ¡Pero nosotros creemos que es muy muy complementario e incluso necesario!
En este artículo me encantará enseñarte 3 claves elementales para poder expresarte libremente y al mismo tiempo cuidar la relación con el otro. Estas 3 claves que beben de las tres patas fundamentales: tú, el otro y el mensaje que de los dos nace.
¿Tu comunicación es pasiva, asertiva o agresiva?
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Antes de seguir leyendo, para que te apetezca aún más continuar… ¿Qué verbos sueles utilizar cuando te comunicas? ¿Sabías que dependiendo de esos verbos es más o menos probable que alguien se enfade u ofenda?
(Mi jefe y príncipe del marketing me obliga a no escribir más aquí, pero esta clave te la resuelvo más abajo)
3 Claves para aprender cómo decir las cosas sin ofender
A lo largo del artículo intentaré exponerte dos ejemplos, uno laboral y otro social. Para que puedas entender cómo llevar a cabo las claves que te dé. Lo ideal será que lo adaptes a las situaciones que a ti te incomodan.
La situación social será comentarle a tu pareja que no quieres ir a cenar con sus amigos. La situación laboral será decirle a tu jefe que crees que podría hacer algo de manera distinta.
Primera clave: Cómo poner el foco en ti
Tenemos que empezar con nosotros mismos. Como dice Javier Santoro sociólogo e instructor de https://www.egolandseduccion.com/tenemos que ser la causa y no la consecuencia.
Este artículo no va simplemente de cómo comunicarse, en término generales, sino de cómo comunicarse cuando podamos anticipar que nuestro mensaje generará un impacto negativo. De hecho anticipas que la situación va a resultar incómoda, que el otro se va a ofender ¿y por qué?
He aquí la primera clave, entender la expectativa que estás teniendo, ¿por qué crees que la persona se puede ofender? Te animo a buscar las razones.
Y después de conocer estas razones tienes que volver a preguntarte poniendo especial atención en soluciones y respetando el paradigma de ser nosotros quienes tomemos la iniciativa, sin estar sesgados por cómo el otro tendría que actuar. Entonces pregúntate: ¿Qué puedo hacer para asumir la responsabilidad? ¿Qué soluciones tendría que dar?
Cómo aplicar esta clave
Esta clave va de responder a las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son las razones por las que crees que la persona se puede ofender?
Ejemplo pareja: porque creo que se ofenderá, pensará que le estoy diciendo que sus amigos son unos aburridos. Porque pensará que no quiero pasar tiempo con él.
Ejemplo trabajo: Se pondrá a la defensiva porque le estaré criticando y atacando, se podrá pensar que soy una «subidita» y que quiero pasarme de lista.
- ¿Qué puedo hacer para tomar el control de la situación? ¿Qué tengo que hacer para que mi pareja/jefe no se ofenda? Y aquí planteamos soluciones siendo tú quien se responsabilice del impacto.
Ejemplo Pareja: Agradecerle que me proponga planes, que me encanta que quiera que lo conozca en diferentes contextos y que quiera que me rodee de su gente. Le explicaré cuales son mis necesidades y le propondré un plan alternativo.
Ejemplo trabajo: Valorar su forma de proceder, entender el ajetreo que tiene, el trabajo que hace, ponerme en su lugar y ofrecerle soluciones ante lo que ha pasado, ofreciéndole además las ventajas.
En este vídeo te mostramos cómo decir las cosas sin ofender
Segunda clave: Cómo convencer al otro
Vamos a reinterpretar lo que el otro está haciendo, intentar reflexionar sobre la motivación que le ha llevado a actuar así. Intentar coger distancia de la situación para entenderla con objetividad.
Es fácil pensar que nuestra pareja me está ofreciendo ese plan porque necesita controlarme, porque quiere que estemos juntos todo el rato, porque le gustaría que me comprometiese más con él, porque no sabe estar lejos de mí y quiere que vaya con él a todas partes…
Muchas veces pensamos que la motivación del otro puede guardar una finalidad un tanto opresiva y negativa, pero si conseguimos ampliar nuestra visión con otras alternativas quizás nos damos cuenta de que tiene otros intereses, y que igual no tengo tanto que juzgar sino comprender.
Si yo recojo este tipo de información y luego se la transmito en mi mensaje, mi pareja, mi jefe o quien sea, comenzará a sentirse cómodo en la conversación, se dejará influir por mí y la relación se fortalecerá. Y lo mejor, es que podremos decir todo aquellos que queramos.
Cuando decida y me anime a comunicarme, independientemente de lo que yo espere, sabiendo que los intereses y las necesidades de la otra persona pueden ser diferentes a los míos, voy a preguntarme: ¿Qué intereses está teniendo esa persona, con que barreras puedo estar encontrándome?
Mi pareja puede pensar que no le quiero, o que no me apetece pasar más tiempo con él. Mi jefe puede pensar que no valoro su esfuerzo. Hemos hablado de las interpretaciones que yo realizo, ¿y las que hacen ellos cada vez que decido comunicarme?
Vamos a identificarlas y a nombrarlas. Para decir las cosas a la cara, para decir las cosas sin dar rodeos.
A parte de adelantar las barreras, también será conveniente adelantar las reacciones, porque además es un aspecto que solemos temer, que nos preocupa. Para poder evitarlas, será muy importante que las nombremos y que se las expongamos.
Cuando nombramos algo automáticamente el otro tiende a corregirse.
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Cómo aplicar esta clave
De nuevo, la forma de aplicar esta clave es respondiendo a las preguntas que te he puesto en negrita:
- Vamos a reinterpretar, ¿qué necesidades puede estar teniendo la persona?
Mi pareja: estar más tiempo conmigo, que conozca una versión más de él, compartir experiencias, presentarme a la gente importante para que yo también pueda disfrutar de su círculo.
Mi jefe: Actuar con rapidez, delegar y confiar en nosotros, ser eficiente en la entrega de los servicios.
Ya habremos entendido las necesidades que está teniendo la otra persona, ya habremos entendido que la persona no se levanta pensando “voy a joderle la vida a mi trabajador o a mi pareja” Nadie quiere identificarse con atributos negativos.
- Y ahora, vamos a buscar las barreras que podrían aparecer si no satisfago esas necesidades. ¿Que pensamientos puede tener la persona que le hagan reaccionar de manera negativa?
Mi pareja: Quizás piensa que no quiero pasar tiempo con él, que no le quiero lo suficiente.
Mi jefe: Que estoy insatisfecho con el trabajo, que no comprendo el puesto así como las responsabilidades.
- Siguiente paso, las reacciones, éstas tienen que ver con las actitudes o conductas que la otra persona tras escuchar mi mensaje pone en marcha. Vamos también a identificarlas. ¿Qué reacciones crees que puede tener?
Mi pareja: Que deje de proponerme cosas, o que esté más distante
Mi jefe: Que deje de pasarme proyectos, de exigirme o de confiar en mí.
Tercera clave: Cómo transmitir finalmente el mensaje
Al contrario que en las matemáticas y que en otros aspectos de la vida (como cuando tienes que hacer una paella) en el caso de la comunicación el orden de los factores sí que altera el producto.
Cada mínimo dato que transmitamos hará que lo siguiente que aportemos se digiera de una forma u otra, pudiendo provocar una reacción de enfado, de alegría, de apertura, o cualquier otro sentimiento.
Y todos estos datos, además se fusionarán con otra información previa: las expectativas tanto nuestras como de la persona que tenemos delante de lo creemos que va a suceder y con el resto de información que inconsciente no paramos de recoger, tanto del contexto, como de la actitud no verbal, como de la forma de vestir, etc.
La suma de todo ello hace que tengamos una predisposición u otra.
Entendiendo esto y adueñándonos de estos paradigmas, comprenderemos por qué las cosas no suceden como esperamos y será menos probable que nos frustremos. Y además podremos saber entonces qué hacer, para que el resultado se parezca al que deseamos.
Por eso, tenemos que utilizar la herramienta que ya por ser humanos poseemos, el lenguaje. Que con cada palabra que lancemos vayamos generando el impacto que nos permita llegar a nuestro objetivo final: comunicar las cosas a la cara, sin miedo a la reacción y sintiéndome libre.
Todo el trabajo de reflexión que has hecho durante las dos claves anteriores vamos a traerlo a esta última clave pincelando cada frase con verbos subjetivos.
Algo que hace que la persona se sienta ofendida es hablar desde realidades únicas e indiscutibles, eso hace que nos sintamos atacados. Tenemos que intentar utilizar verbos que hablen de nuestras percepciones, donde se permitan compartir, que sean permeables.
Te dejo una pequeña lista de frases y verbos subjetivos:
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Me parece…
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Percibo…
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Siento…
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Creo…
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Opino…
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Desde mi punto de vista…
-
Noto…
Cómo aplicar esta clave
Este es el paso final. En esta clave tienes que utilizar los verbos subjetivos y añadir las respuestas que en las claves anteriores has recogido.
SITUACIÓN 1. Tu pareja te acaba de proponer un plan
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Utilizar verbos subjetivos
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Verbalizar la reinterpretación (en clave 1)
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Verbalizar las barreras que pueda tener la persona tras rechazar su plan (en clave 2)
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Mostrar las posibles reacciones (en clave 2)
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Asumir la responsabilidad ofreciendo soluciones (en clave 1)
Gracias por invitarme cariño, porque además creo que sientes que hace tiempo que no pasas tiempo con tus amigos, me parece que además te apetece mucho. Quieres que vaya contigo y eso me hace pensar que quizás te apetezca que disfrutemos juntos, compartir experiencias, que te conozca en diferentes contextos, que me rodee de tu gente (reinterpretación). Eso me hace ver que estamos funcionando muy bien, solo que este finde me apetece hacer un plan diferente, más de desconexión. No me gustaría que pensaras que no quiero pasar tiempo contigo, o que no te quiero lo suficiente (barreras). De hecho no me gustaría que por eso dejaras de proponerme cosas o que estuvieras más distante (reacciones) ¡no me quites el beso de cada mañana por dios! (un poco de humor). Y antes de nada agradecerte la libertad, la confianza y comprensión que tienes conmigo y que me permites.
Te propongo que el sábado que viene, juntemos a tus amigos y a los mismos, y nos vayamos a hacer esa ruta de senderismo que tanto te apetecía. Que lo hagamos todos juntos, así el efecto será mucho más multiplicador. Así no dejaremos de pasar tiempo juntos y de compartir tiempo con nuestros amigos (asumir la responsabilidad ofreciendo soluciones atractivas).
SITUACIÓN 2. Quieres añadirle una propuesta de mejora a tu jefe. Me dijo que una tarea no requería mucho tiempo y ahora me está pidiendo que nos demos prisa para que salga la semana que viene y con un alto nivel de elaboración.
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Utilizar verbos subjetivos
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Verbalizar la reinterpretación (en clave 1)
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Asumir la responsabilidad ofreciendo soluciones (en clave 1)
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Verbalizar las barreras que pueda tener la persona tras rechazar su plan (en clave 2)
-
Mostrar las posibles reacciones (en clave 2)
Hola Eduardo, me alegra ver que hemos sacado todo adelante, la semana pasada percibí que estabas un poco agobiado, pero bueno te hablo desde mi percepción. Quiero valorar tu forma de proceder, tu rapidez, tu facilidad a la hora de delegar y de confiar en nosotros. (Reinterpretación). Solo quería comentarte que creo que iríamos más relajados si los lunes nos reuniésemos para evaluar el estado de cada proyecto (solución asumiendo la responsabilidad). No me gustaría que pensaras que no valoro tu tiempo, o que estoy criticando la forma de proceder. De hecho comprendo todas las responsabilidades que tienes que cumplir (barreras) No me gustaría que por ello dejaras de pasarme proyectos o de exigirme así como de confiar en mí (reacción). Solo me gustaría comentarte mi punto de vista, para ayudar a que la empresa crezca.
CLAVE EXTRA: Cómo Decir NO sin ofender
El rechazo es incómodo tanto para quien lo dice, como para quien lo recibe. Pero es fundamental para sentirnos libres y confiados. Sobre todo porque cuando evitamos rechazar una propuesta a tu cuerpo le estarás enviado una señal completamente destructiva, que repercute directamente en tu autoestima.
A largo plazo tu cuerpo termina manifestándose, haciéndonos tener reacciones desproporcionadas y nada adaptativas.
Nos cuesta además porque socialmente nos han dicho que está mal, porque anticipamos que generará incomodidad.
En Potenzia pensamos que se le puede dar la vuelta, y que de un no, pueden salir sensaciones muy gratas y nuevas oportunidades.
La clave para decir no sin ofender, es agradecer la oferta que la persona te está haciendo e intentar devolverle una imagen positiva de sí misma.
FÓRMULA:
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Agradecer
-
Mostrarle una imagen positiva de sí misma
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Expectativa futura positiva
Cómo aplicar esta clave
Ya verás cómo mola rechazar. Esta vez aplicaremos la clave con otras dos situaciones.
SITUACIÓN LABORAL. Mi compañero de trabajo me pide que le ayude en un plan.
Agradezco marcos que confíes en mí para ayudarte con este proyecto (agradecimiento), solo que ahora me pillas a tope. Sé que no lo haría todo lo bien que podría. Sé que me entenderás porque eres una persona empática y que te preocupa como el otro se encuentre (imagen de sí mismo). Así que agradecerte que me lo ofrezcas y que no te tomes a pecho mi respuesta. Da por hecho que la próxima vez te ayudaré sin dudarlo y que lo haré libremente y no por la presión (expectativa futura positiva).
SITUACIÓN SOCIAL. Mi amiga me pide que vaya a visitarla.
No sabes lo que te agradezco que pienses en mí para ir a verte (agradecimiento), que quieras compartir este finde conmigo, pero ya tenía otros planes. Quiero agradecer que no te ofendas y no te lo lleves al plano personal, me haces sentir muy sincera y confiada (imagen de sí misma). Cuando pueda ir iré y disfrutaremos el triple, pues habremos decidido compartir ese finde, sintiéndonos libres de elegir y no tanto por tener que ir (expectativa futura positiva).
Conclusiones
¿Are you ready? Teniendo estas claves va a ser muy poco probable que te encuentres con conflictos. Los vas a echar de menos.
Las últimas palabras que yo dije al respecto fueron: “Creo que deberíamos enfadarnos… de hecho me voy a enfadar por no enfadarme…” y al segundo me reí, y al segundo de reírme pensé: “qué guay que esa energía pueda invertirla en cosas más constructivas.
Que gratificante es sentirse tranquilo, con herramientas para gestionar cualquier situación, seguro de poder construir a través del lenguaje, nuestro contexto a nuestra forma. El contexto, las personas que se encuentran en él, así como las emociones que experimentamos.
No estamos diciendo que los conflictos vayan a desaparecer, de hecho os animamos a naturalizarlos y entenderlos, pero lo que si decimos es que tendréis herramientas para poder gestionarlos y salir fortalecidos de ellos.
Pon en marcha ya la herramienta, coméntanos, escríbenos, pídenos ayuda o lo que quieras.
Puedes apuntarte a nuestro video curso de asertividad
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¿Quieres que te ayudemos a decir las cosas sin ofender?
Contacta con nosotros, mira nuestros vídeos o síguenos en nuestras redes para aprender esta y muchas otras habilidades para tu día a día.
Artículo escrito / revisado por
Álvaro Tejedor
Álvaro Tejedor es psicólogo experto en autoestima, confianza y habilidades sociales. Durante sus más de 12 años de experiencia lleva ayudando a personas de todo el mundo a mejorar su relación consigo mismos y con su entorno.