Skip to main content

Hoy entrevistamos a Manuela Martínez. Hablamos de su libro Escucha tu cerebro y de cómo es posible conquistar la felicidad independientemente del ambiente en el que viva. De cómo nos afecta nuestra herencia biológica y de algunos de los mitos sobre nuestro cerebro.

Manuela Martínez es doctora en Medicina y Cirugía, catedrática y directora del Departamento de Psicobiología de la Universitat de València. Es directora de estudios de postgrado en Neurocriminología y Neurofelicidad.

Dirige un equipo de investigación sobre violencia y salud. Es editora del libro Prevention and control of aggression and the impact on its victims. Fellow del Churchill College de Cambridge, y presidenta de la Oxford and Cambridge Society of Valencia, así como presidenta del Membership Committee de la International Society for Research on Aggression.

También te puede interesar:

“Recientes descubrimientos en el campo de la neurociencia han demostrado la neuroplasticidad del cerebro; lo que significa que se trata de un órgano muy moldeable, tanto en su estructura como en su actividad. También se ha comprobado que la felicidad depende de unos circuitos cerebrales diseñados por la evolución para producir este estado de bienestar. El conocimiento sobre qué activa estos circuitos nos permite actuar, de forma voluntaria, en nuestro beneficio.

Tenemos, pues, la posibilidad de modificar nuestro cerebro, solo tenemos que escucharlo y hacer aquello que nos ayuda a sentir bien. Así, todos podemos aprender a ser más felices, más allá de nuestra genética y de nuestra situación personal y social. A partir de los últimos estudios en neurociencia, neuroplasticidad y epigenética, los autores han logrado elaborar una guía práctica para ser más felices. Escuchar conscientemente lo que nuestro cerebro nos dice es la clave de la neurofelicidad.”

Manuela Martínez

Manuela, muchas gracias por recibirnos. Vamos a empezar ¿Hay relación entre epigenética, lo que pasa a nivel biológico y neurológico, y el camino que una persona hace para descubrirse y ser uno mismo? Su comportamiento, sus decisiones, lo que elige en su vida… ¿tienen también una estructura biológica?

La epigenética no se ha planteado situar exactamente los cambios aún, pero si te corto la cabeza ¿puedes decidir? ¿Con qué parte del cuerpo decides, sientes, piensas, planificas, almacenas las informaciones que vas recibiendo toda tu vida, tus experiencias, con que parte vas cambiando?

Con el cerebro. Obviamente pueden cambiar tus músculos, tus vísceras, tus huesos, todo va cambiando, pero todo lo que es de tu “Yo” es del cerebro, todo está ahí, puedes poner nombres a las funciones de ese órgano y luego todos los nervios que llevan órdenes y reciben informaciones, pero es el cerebro es la máquina central y desde ahí surge todo, ahí llega todo.

De alguna forma tu naces con un cerebro y ese cerebro empieza a captar la vida, ese cerebro vive la vida a su manera, procesa la vida a su manera. Por ejemplo ahora nosotros estamos en esta habitación y tu cerebro está viendo unas cosas y el mío otras, tu cerebro a lo mejor está a gusto o a disgusto, tiene calor o tiene frió y el mio siente cosas diferentes.

Como esta formado el cerebro al principio obviamente depende de los genes que tu has heredado de tus padres y también de todo el ambiente en el útero durante el periodo embrionario. Después todo el ambiente a partir de cuando naces, todo lo que vas descubriendo va afectando a ese cerebro.

En cada momento de tu vida esa máquina tan perfecta que es el cerebro recibe la información de lo que le va ocurriendo con un filtro, el filtro de tu propio cerebro, entonces tu cerebro no vive igual que el mio, es diferente, el tuyo va cambiando a lo largo de tu vida y el mio va cambiando también.

Tu cerebro va cambiando en función de lo que le va ocurriendo pero también en función de cómo tu lo vas recibiendo, interpretando y memorizando, por ejemplo las mismas cosas no nos afectan a todos igual. Tú tienes una máquina y yo tengo otra.

¿Y eso lo descubre el individuo con el tiempo?

Los genetistas de la conducta es lo que más han estudiado, cómo los genes influyen en como tu ves el mundo. Porque estos genes son los que han hecho esa máquina que es el cerebro y luego como las cosas te afectan y como tu buscas lo que necesitas también está condicionado. No todos no necesitamos lo mismo, cada uno busca lo que le va gustando, lo que necesita su cerebro.

También depende de las circunstancias donde vives, si vives en la edad media, tienes unas circunstancias diferentes de los del siglo veintiuno.

Es decir, las necesidades de tu cerebro en la edad media y en el siglo veintiuno y tu máximo potencial para ti no es lo mismo. Esa máquina se va modificando porque todo lo que nos va ocurriendo nos modifica el cerebro y todo el cuerpo claro. Ahora que al final tu vida sea un destino, no lo creo.

Yo creo que tu vida es un caminar y dispones de unos elementos, dispones de un cerebro que manda, un cuerpo y con eso funcionan.

¿Por eso siempre necesitamos cambios o estímulos para desarrollar la felicidad?

Sí y tú los vas buscando también, tú vas buscando estos cambios que vas necesitando a lo largo de la vida. Por eso vamos cambiando, tú vas buscando el cambio, nadie te ha impuesto ese cambio. Pero tu cerebro necesita un cambio y tú lo estás buscando, nadie te obliga, a lo mejor dentro de cinco años dices que ya no necesitas ese cambio, quieres volver a donde estabas y vuelves. Pero de alguna forma tu cerebro ya no es el mismo.

El cerebro es un instrumento con el que vives. No podemos separar quienes somos del cerebro, porque somos el cerebro, si te quito el cerebro tu no eres. Si te quito el brazo tu sigues siendo sin un brazo, una pierna, sin una mano, pero no sigues siendo sin el cerebro, luego tu eres tu cerebro.

Eres la suma de como ha sido configurado por los genes y  cómo el ambiente ha ido modificándolo con lo que le va ocurriendo. Pero se modifica en función a como es.

Por ejemplo el mismo factor externo no modifica igual a todos los cerebros, hay cerebros que los deprimen y hay cerebros que los hacen más fuertes, todo depende de como es el cerebro, como va viviendo y que va buscando toda la vida.

¿Y nosotros tenemos una parte de responsabilidad? Si podemos formarlo y moldearlo con nuestras experiencias debería ser así…

Totalmente, sí. Obviamente cada cosa que tu haces está modificando tu cerebro, tu puedes decidir si te pasas todo el dia tomando alcohol, o tomando alguna otra droga que pueda destruirle o comiendo cantidades enormes de comida. O si decides rodearte de belleza, de paz, de personas con quienes tienes unas relacion buena para tu vida..,

Tú decides qué le das a tu cerebro, pero en realidad esa decisión surge de ese cerebro, es decir, es el cerebro que quiere estar todo el dia bajo los efectos del alcohol.

¿A veces el ser humano, o su cerebro, elige aunque esa elección tenga consecuencias negativas?

Sí, claro, el cerebro puede querer tomar droga o subir el Himalaya… y a lo mejor te mueres en el Himalaya, o quiere llevar una vida muy tranquila y tienes que dársela,

Tú antes decías que si puedes moldear tu cerebro, pero tenemos que preguntarnos hasta qué punto tu eres libre para modificarlo. Posiblemente tú estás modificando tu cerebro con lo que tu cerebro te pide.

¿Cuando quiero modificarlo yo soy libre o en realidad yo dependo de ese propio cerebro, como se quiere modificar a sí mismo?

Los genetistas de la conducta dicen que uno se busca las experiencias que necesita.  En un grupo de niños, los niños iguales se juntan. El niño que es muy activo busca amigos activos. El que es tranquilo busca amigos tranquilos. Al final uno busca aquello que necesita según lo que es.

Sí, porque por ejemplo hay gente, con depresión o situaciones similares, que no sienten el poder de cambiar las cosas, como si en el mundo hay una fuerza mayor que le impide reaccionar. 

Cosas malas y cosas buenas le pasan a toda la gente, es difícil que a lo largo de la vida a uno no le acabe pasando de todo. Lo importante es como lo procesas y ahí viene todo el concepto de resiliencia y cómo te afecta según como tu lo procesas. Eso también afecta la epigenética porque al final va a modificar como funciona tu cerebro y cómo funciona todo tu organismo.

Una cosa que te ha ocurrido, puede ser una desgracia, si te lo tomas de una forma te destruye y si te lo tomas de otra te hace mas fuerte.

La cuestión es si eres libre a la hora de procesarla de una forma buena para ti o mala para ti. Posiblemente no, puedes aprender, quizás sí, pero para aprender se necesita mucha voluntad.

Responder de forma natural, sin esfuerzo, es muy fácil. Responder de una forma elegida o aprendida a lo que te ocurre en la vida requiere un gran esfuerzo, la primera vez, la segunda, la tercera… al final has creado el nuevo circuito en el cerebro, que ya son más fáciles de activar porque ya hay un camino hecho poco a poco.

Esta sería como la aplicación práctica de cómo construirse el propio carácter a lo largo del tiempo, ¿no?

Puedes modificar como reaccionas a lo que te ocurre si ya no te gusta como reaccionabas hasta ahora. Por ejemplo si antes una situación en una relación con una persona, que es un factor importante de estrés en la especie humana, puedes reaccionar de una forma que te perjudica o puedes cambiarla, pero con mucho esfuerzo.

Los estímulos no siempre puedes cambiarlos, tienes más poder sobre cómo tu cerebro responde que sobre los estímulos. Tú no controlas si llueve o hace sol, lo que tu controlas es si cuando llueve te deprimes o no; eso es un esfuerzo.

La cuestión es que puedes estar huyendo todo el tiempo, hay ciertos estímulos que puedes cambiarlos, tú “yo” tu ahí no estaba bien, porque tu cerebro en ese ambiente no se puede desarrollar óptimamente, así que te cambias de sitio.

Pero posiblemente tendrás personas de tu familia que en ese ambiente están perfectas; ¿que hacemos? Siempre hay que elegir, además el cerebro necesita un ambiente en el que pueda elegir, porque al cerebro le gusta elegir.

Recogiendo lo que hemos estado hablando…Entonces hay una relación y al mismo tiempo una diferencia entre lo que queremos, lo que podemos y lo que nos pide nuestro cerebro y no a todos nos pide lo mismo. 

Por ejemplo hoy en tu ciudad se permite que los cerebros que necesitan más libertad puedan conseguirla y eso es maravilloso, pero tienes hermanos o primos que están ahí y viven tranquilos, de tu misma edad, sin ningún esfuerzo, no tiene que tener nuevos retos, nuevos estímulos, nuevos aprendizajes, luchar todos los días y tienen una vida muy bonita, muy tranquila, de hábitos.

Una frase del refranero español dice que querer es poder. Lo que pasa es que tu no eres libre para querer o no querer, eso no lo decides tú.

Lo que decides es obedecerte a ti misma, decir que quieres esto y ponerte en todas estas situaciones de riesgo para satisfacer al cerebr. Porque tu cerebro tiene una ilusión y empieza a funcionar la dopamina, te motiva, te pone eufórico, optimista, pones todas tus energías para que luches por conseguir esto y eso es lo que te fortalece y te da felicidad.

En tu caso por ejemplo, la lucha, si lo consigues es bueno, si no lo consigues te puede dar igual, pero lo que te ha divertido ha sido la lucha.

Al final importa el camino y no el destino.

Exacto. Es más, si tu empiezas a hacer algo y mientras que lo estás haciendo no disfrutas de eso, realmente no quieres conseguirlo y no lo vas a conseguir. O disfrutas del camino o no lo conseguirás.

¿Aunque la persona piense que lo quiere?

Si no disfrutas no “Mira, he tocado el piano, he tocado una pieza de Chopin”. Si estás ahí estudiando nota por nota y no sientes placer, déjalo, no te gusta.

Y si hay ilusión de poder tocar un nocturno de Chopin y esa ilusión es la que te hace sentarte ahí horas y horas delante del piano, a tu cerebro le gusta. Pero si a ti no te produce felicidad, no lo hagas.

Por eso el título del libro es “Escucha tu cerebro”, normalmente lo escuchamos pero el te va mandando señales, detectarlas a tiempo es vital, no pierdas tu tiempo.

Tu cuerpo posiblemente no enfermó pero a lo mejor sí que tenías ciertos síntomas, como rigidez muscular, dolores de cabeza o problemas digestivos, et… Tendrías algo que el cuerpo te estaba diciendo “que estás haciendo conmigo?”.

La otra pregunta era respeto a los hemisferios del cerebro, si el derecho era más creativo y el izquierdo más racional.

Bueno, al derecho le atribuyen emociones negativas y a el izquierdo le atribuyen las positivas, de todas formas eso se está devaluando.

Empiezan a haber estudios que ya ponen un poco en entre dicho este reparto tan grande que es el que dice que el derecho es creatividad y más tendente a depresión o lo negativo y el izquierdo es mas frió o más positivo.

Hay muchos estudios en neuroimagen que dicen que partes están activas cuando estamos contentos, cuando estamos tristes.

¿Y eso de que depende?

Distribución de funciones, conexiones, neurotransmisores, que parte se activa ante que… pero a nivel de investigación no se trabaja mucho en ello, yo creo que es un poco antiguo.

Cambiando un poco de tema, tenemos que rodearnos de estímulos positivos para sentir emociones y sensaciones positivas.  Pero muchas personas entienden esa premisa, pero sienten que no pueden ¿como se soluciona?

Por una parte elegir a qué estímulos te expones, por ejemplo yo no veo las noticias en televisión y no veo imágenes desagradables. El telediario por ejemplo te pone una cantidad de imágenes desagradables de las que tu no tienes  el control sobre ellas y esas imágenes activan la amígdala.

Entonces lo que podemos controlar son los estímulos.

Los estímulos, sí, pero luego hay gran parte de la activación de la amígdala, lo que nos crea ansiedad, que no nace ante estímulos reales, sino ante pensamientos, recuerdos, temores…

La principal fuente de activación de nuestra amígdala somos nosotros mismos. Trayendo miedos del pasado, temores del futuro,ahí  puedes reprogramar tu propio cerebro.

A lo mejor no puedes evitar este chispazo y se activa la amígdala, empiezas a sentirte mal. Pero puedes activar la corteza prefrontal, que tiene una conexión directa con la amígdala y parar ese pensamiento con otro más elaborado.

Para eso tienes que hacer un esfuerzo consciente, un esfuerzo repito, que al principio será muy fuerte, pero cada vez menos. Ante ese ataque de ansiedad por la activación de la amígdala, si al principio vamos a decir que dura unos minutos este estado de ansiedad, poco a poco ese circuito, ese camino es más rápido, porque ya lo vas recorriendo muchas veces.

Al final ante la detección de que te se ha activado la amígdala, lo detectas por los síntomas, la respiración, etc, tu lo puedes detectar y frenar más rápido.

En conclusión hay que trabajar en las dos, controlando los estímulos y controlando tu propio cerebro.

Tenemos que rodearnos de elementos positivos que nos dan felicidad. Si nos pasa por ejemplo algo muy fuerte, un episodio muy negativo. ¿Es inteligente no pensar en ello y centrarnos en otras cosas o reflexionarlo para darle una visión más positiva? 

Hay gente que ante la muerte de un familiar da por acabado su vida. ¿Por qué? Ya no siguen, no hay nada más en el mundo que lo único que han hecho con su cerebro es que lo han cerrado siempre más y lo han dejado con poco espacio.

Han quitado esa variable, el resto no existe. Esa persona ha fallecido, puede ser desde el abuelo hasta un hijo, está claro. ¿Qué puedes hacer tú? ¿Llorarle?

El otro día leí una cosa muy interesante, era un sabio que le cuenta un chiste a un grupo de gente, entonces se reían muchísimo, lo vuelve a contar y ya se reían menos, al final, después de contarlo varias veces, ya no se reía nadie.Ya no hace gracia el chiste.

Entonces les pregunto ¿si no os seguís riendo del chiste, porque seguis llorando lo mismo tanto tiempo?”Si lo gracioso ya no te hace gracia… ¿porque lo triste te sigue entristeciendo? ¿No será porque tú lo estás nutriendo?

Tu asumes que el mundo ha desaparecido porque te ha pasado algo, los pajaritos ya no cantan, el sol ya no sale, las otras personas ya no te van a dar lo que te daba esa persona, tu ya no vas a poder crecer para nada, lo que te gusta ya no sirve, todo eso porque una persona ha desaparecido de tu vida.

¿Porque piensas que era una necesidad? Porque es difícil distinguir entre necesidades y deseos.

No hay ninguna persona que sea necesaria, ninguna, la única necesaria eres tú. A esa persona podrías tenerle amor, podrías haberte acostumbrado a tener una vida con ella o si son hijos tenías la ilusión de verle crecer.

Pero mantener esa emoción de tristeza toda la vida… Esa es una decisión de tu cerebro.

¿Los problemas de comunicación entre hombres y mujeres también tienen base biológica neuronal?

Sí. Y cultural. En nuestra cultura a las mujeres se nos permite expresar muchas emociones y a los hombres menos.  Los modelos que nos ponen es de hombres duros y de mujeres muy tiernas.

Entonces puede haber obviamente que quien cría los niños son las mujeres, las madres en todas las culturas, porque son las que tienen que darle de mamar. El padre no tiene que criar a niños, esto no es un artificio.

Biológicamente el niño no puede sobrevivir sin la madre pero puede sobrevivir sin el padre.  Posiblemente a nivel biológico  hay que tener un cerebro que está preparado para gestar y para amamantar y es un cerebro que está preparado para cuidar.

Tiene que cuidarle y mantenerlo con vida, entonces tu puedes estar más atenta a una serie de señales porque tienes que mantener ese ser vivo.

La mujer no se va, el niño necesita ser cuidado, necesita leche y la productora de leche es la mujer, no es el hombre.

Culturalmente hoy día todo el mundo puede dar leche con los biberones. Pero una cosa es lo que uno haga porque culturalmente se van estableciendo roles y otra cosa es lo que uno sienta.

Cuando se va el niño al colegio, hace frió y no le has puesto el jersey, la que sufre es la madre todo el día, es así porque, en cierto modo, biológicamente,  es tu responsabilidad mantener vivo este ser.

¿Qué hay del mito cultural de que el cerebro femenino tiene más empatía?

Hay que aclarar antes que es la empatía. Mientras el otro habla tú juzgas, recuerdas, piensas lo que vas a decir cuando acabe de soltar su rollo.

Pero no escuchas lo que la otra persona te está expresando, solo escuchas si te está atacando, si pone en duda cosas tuyas, que le vas a decir cuando acabe…

El otro día vi que hay una película muy simpática, creo que era de Woody Allen, me parece, era una pareja, un matrimonio, ya casados, viviendo en su casa.

Entran los dos en el baño y empiezan a hablar y después de unos minutos se dan cuenta de que ninguno está respondiendo al otro sino a su propio diálogo interno.

Ese es un ejemplo exagerado porque habían dos conversaciones diferentes, pero normalmente dos personas están hablando en la misma conversación pero no están comunicándose.

Tú me cuentas que vas a Sevilla, que no me interesa en absoluto, yo te cuento que voy a Amsterdam y me tienes que oír. Luego tú cuentas un poquito mas de Sevilla y yo un poquito mas de Amsterdam, pero no hemos hablado ni de ti ni de mi.

Son dos monólogos, parece que se comunican pero no es comunicación.

Escuchas lo que yo digo a través de lo que tu piensas que yo digo. Pero eso no es lo que yo quiero decir, porque no escuchas lo que yo digo a través de mi y de lo que te estoy contando, pero lo juzgas a partir de ti, de tus pensamientos internos mientras escuchas mi historia.

Escuchar al otro es dejar tu cerebro en blanco, dedica cien por cien de tu cerebro a oír lo que la otra persona te esta diciendo. Normalmente no lo hacemos. He hecho talleres y es muy gracioso que les puedes hacer la escucha activa. Al principio solo se oye en cada grupo hablar una persona. A los cinco minutos ya está hablando todo el mundo y nadie se escucha ya.

Porque interpreto en función de mi perspectiva.

Exacto, yo puedo tener una vida maravillosa y puedo ser triste. Pero tú haber decidido que mi tristeza es una tontería porque yo tengo una vida maravillosa. No estás hablando conmigo, estás hablando contigo, eso ocurre muy frecuentemente.

Muchas gracias por tu tiempo Manuela, hemos aprendido muchísimo en este rato.

Conferencia de «Neurofelicidad: cómo reprogramar tu cerebro para ser feliz» en Asnie (Asociación Nacional de Inteligencia Emocional).

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

7 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Tina
Tina
6 years ago

Me parece super interesante esta charla
Estoy pasando por una situation muy dificil y me ha ayudado muchisimo.
Muchas gracias

trackback

[…] y Comunicación, 27 marzo, 2016/1 Comentario/en Desarrollo personal /por admin. Para leer desde el enlace original, hacer clic […]

trackback

[…] Puedes acceder a la entrevista aquí […]

ogla garces
ogla garces
6 years ago

es hermoso lo que aprendi con esta entrevista, que animo a ser mas positivos y a mandar a tu cerebro y lo mas importante escuchar viva manuela excelente.

Roberto
Roberto
6 years ago

Nunca supe que la felicidad pudiera ser algo neurologico, que bien saber todo eso

trackback

[…] Neurofelicidad: cómo reprogramar tu cerebro para la felicidad […]

Ezequiel
Ezequiel
4 years ago

siento que me a ayudado a sentirme mejor pero me quedaron algunas dudas donde puedo hacerlas?

7
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x