La esencia del ser humano es la capacidad de elegir ante las circunstancias que se le van presentando a lo largo de la vida. Somos producto de nuestras elecciones, por tanto, nos determinamos a nosotros mismos por medio de lo que elegimos.
Nuestra conducta está condicionada por el medio natural en el que vivimos, por la naturaleza biológica y el entorno en el que nos desarrollamos.
Todos nacemos en un contexto determinado donde se desarrollan nuestras acciones, pero ser libres no significa vivir sin condicionamientos. La clave es ser capaces de responder a esas condiciones, es decir, depende de nosotros cómo responder por medio de nuestro comportamiento o acciones.
Lo que nos pasa en muchas ocasiones no lo podemos elegir, pero sí elegir cómo responder a lo que nos pasa, y este es el principio básico de la libertad.
No se nace héroe o cobarde, al héroe siempre le es posible dejar de serlo, como al cobarde superar su condición
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El hombre sin libertad vive, pero no existe”
La libertad pende sobre muchas personas como una condena, ya que deben convertirse en sus propios maestros y están “condenados” a crearse a sí mismos. Por esto, de forma inconsciente mucha gente reniega de su libertad y pone en manos de otros su destino, su vida y su verdad, y en consecuencia su felicidad.
Según los existencialistas, la libertad se revela en la angustia; esto quiere decir que la angustia es el modo por el cual el ser humano adquiere conciencia de su libertad.
La angustia es la forma que tiene el ser humano de saber lo que es, es decir, la forma que tiene de darse cuenta de que no es nada. El ser humano huye de la angustia y de este modo intenta también escapar de su libertad. Puesto que no puede liberarse de la angustia y tampoco escapar de su libertad; el ser humano está, por ello, condenado a ser libre.
Hay muchos dones que aparecen gratuitamente, pero la libertad es un bien por el que es necesario luchar. Los encantos de la libertad se descubren a largo plazo, mientras que otros bienes pueden disfrutarse rápidamente.
El “coraje de la desesperación” empuja a la conquista de la libertad, que por sí mismo puede conducir a la victoria final sobre” el miedo a la vida”.
Ser consecuente, ser libre
Los seres humanos proyectamos nuestras metas y nos esforzamos en alcanzarlas. Todas las metas tienen obstáculos, pero depende de cada uno creer que son dificultades en el ejercicio de la libertad o impedimentos imposibles de evitar.
Los obstáculos aparecen en el camino que recorremos para obtener las metas que en muchos momentos, son incompatibles con el ideal que proyectamos. La elección de enfrentar estos obstáculos radica en la idea de que en muchas ocasiones son imposibles de superar. En definitiva, cuando estoy eligiendo una meta, también estoy eligiendo libremente los obstáculos.
Por ejemplo, En el ámbito del amor es lo mismo, si elijo dejarme llevar por inclinaciones que no me convienen, también estoy eligiendo el sufrimiento que conllevan.
Se debe rechazar la idea del victimismo para ser libre, reducir las situaciones con la intención de evitar lo peor; es una renuncia a todos los proyectos positivos para perseguir la opción menos mala.
La influencia del entorno ejerce un poder decisivo en el ideal de las personas, pero es la conciencia individual la que da sentido. Para algunos puede ser una oportunidad, para otros algo que destruye; el significado de los factores externos los elijo yo mismo.
Aunque no podamos cambiar nuestro entorno por alguna razón o no podamos alejarnos de él, podemos elegir cambiar la forma de verlo, su significado
La lucha por la libertad
En Espartaco, la película de Stanley Kubrick, hay una conversación entre Espartaco y un pirata que se ofrece para organizar el viaje de los esclavos a través del Adriático. El pirata le pregunta directamente si es consciente de que la rebelión de los esclavos está condenada, de que más pronto o más tarde los rebeldes serán aplastados por el ejército romano; ¿Va a continuar luchando hasta el final, incluso enfrentándose a una derrota inevitable? La respuesta de Espartaco es, desde luego, afirmativa: la lucha de los esclavos no es simplemente un intento pragmático por mejorar su posición, es una rebelión fundada en principios en favor de la libertad, de forma que, incluso si pierden y todos mueren, su lucha no habrá sido en vano, ya que habrán reafirmado su compromiso incondicional con la libertad. En otras palabras, el propio acto de rebelión, cualquiera que sea el resultado, ya equivale a un éxito en la medida que ilustra la idea inmortal de la libertad.
Antes que el amor, el dinero y la reputación, dadme la verdad
Bajo la estructura social que vivimos, la mayoría de personas no tiene tiempo de ser otra cosa más que una máquina al servicio de la sociedad productiva- esclavista actual.
Todos conocemos a nuevos ascetas que renuncian a la comodidad y facilidad de nuestros días para refugiarse en una vida donde conciliar vida y sustento a manos de la naturaleza.
Las personas añoramos esos valores de antaño con los que la vida tenía más significado y la felicidad no se basaba en la “búsqueda”, sino en su encuentro casual. Realmente cuando llegamos a esta tesitura, es difícil no evitar el deseo de huida o refugio del presente.
Henry David Thoreau en su libro “Walden”, recoge su experiencia viviendo en el bosque durante dos años. Estaba totalmente aislado de la civilización, alimentándose de lo que recogía o cultivaba, fabricando su casa o sus muebles con sus manos y recorría la laguna en bote. Con todas las actividades que desarrollaba en el día tenía tiempo para sus lecturas, el estudio y la conversación con las personas que se acercaban a visitarlo.
.Thoreau inicia el libro comentando como la gente que le rodea están corroídos por las prisas, preocupados por el dinero para pagar propiedades y pedir préstamos al banco para seguir comprando. Critica a esas personas que viajan, pero no disfrutan de los bellos paisajes, personas que se aferran a la tiranía de la moda y tienen más de lo que necesitan. En definitiva, hace una crítica de ese mundo de antaño que tanto añoramos por sus valores y que no encajan con esa percepción que tenemos en la actualidad.
La mayor parte de los lujos, o las llamadas comodidades de la vida, no son solamente innecesarios, sino también impedimentos para la elevación de la humanidad
En el libro se pretende demostrar que una persona puede salir adelante sin mayores problemas y tomando las riendas de su vida. Es importante darse cuenta de las prioridades esenciales y suprimir todo aquello que las aleja o difumina.
«Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida…para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido»
Vivimos a un ritmo tan acelerado que no tenemos tiempo para evaluar o adquirir el valor de las cosas. Acumulamos cosas, emociones y personas por deporte, por inercia, sin pararnos a pensar el para qué, ni el porqué. Nos encontramos hacinados y cada uno se interpone en el camino de los demás, tropezamos unos con otros; de esta forma, se va perdiendo el respeto mutuo.
En definitiva, la añoranza del pasado, de otros mundos, de otras personas que no están a nuestro alcance; no ayuda a afrontar el presente de la mejor forma. La vida será más pobre, cuanto más rico se desee ser. Incluso en un paraíso terrenal, es necesario un crítico que nos ayude a reevaluar nuestras acciones y percepciones. Se debe amar la vida por pobre que sea. Se pueden tener horas agradables, emocionantes y gloriosas hasta en el sitio más insatisfactorio. Una persona en paz consigo mismo y con los demás puede vivir con los pensamientos más alegres en cualquier parte.
Si respetáramos sólo lo que es inevitable y tiene derecho a existir, la música y la poesía resonarían por las calles. Cuando estamos sin prisa y somos prudentes, percibimos que sólo las cosas grandes y dignas tienen una existencia permanente y absoluta; que los temorcillos y los placeres despreciables no son sino la sombra de la realidad
.Otro enriquecedor artículo de nuestra compañera Beatriz Durán. Beatriz, es psicóloga clínica y actualmente se encuentra inmersa en su proyecto Humans Psicología, del que podéis saber más accediendo al enlace. También podéis encontrarla clicando en el siguiente enlace de su facebook.
Referencias bibliográficas
- Sartre, Jean- Paul (1940).Pasión por la libertad. Ediciones: Bellaterra. Barcelona: 2004.
- Thoreau, Henry (1854).Walden. Ediciones: Juventud. Madrid: 2010.
- Zizek, Slavoj (2005). Bienvenidos al desierto de lo real. Ediciones: Akal. Madrid, 2007.
Enhorabuena Bea, me ha encantado tu artículo. Es altamente motivador y lleno de contenido útil para la vida diaria. Te has ganado un seguidor ¡sigue así!
Gracias Vicente, puedes seguir mis publicaciones en facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100009348983511
Un saludo
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Un saludo!
Quizás no estamos o no estaremos nunca libres a la hora de tomar una decisión importante para nuestra propia vida, porque entran en el juego muchos factores, como lo que se puede efectivamente hacer, los prejuicios, etc
Una pésima nota que desde el título se manifiesta equivocada. La autora confunde libertad con independencia. Ser esclavo es lo contrario a ser independiente, no de ser libre. A partir de esa confusión ideológica y conceptual se precipitan como piezas de dominó cayendo una serie de incoherencias peligrosas. Su incapacidad induce a muchos a pensar erróneamente, por lo menos habría que despedir a quien autorizo a publicar esto sin leerlo, o si lo leyó, a reflexionar sobre lo que dice.
Hola, buenas, aunque percibo buena intención en el artículo, me parece como poco precipitado además de sectario.
Argumento, se denota en la lectura un claro posicionamiento, en cuanto a la forma interpretativa de lo que nos rodea, sí me parece excesivamente subjetivo, individualista.
Basta ya, de conformidad confundir a los que sufren o pacientes, esta propuesta no ayuda a la superación de nada, simplemente, incita a la sumisión del hombre por el hombre o a la mujer por la mujer, sea como sea facilita la rotación del eje explotador – explotado.
Menuda mierda de «libertad»