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¿Cómo pedir ayuda? ¿Sabemos hacerlo?

Cómo pedir ayuda. El tema protagonista de este artículo va de algo tan sencillo y tan humano como es la petición de ayuda. Forma parte de nuestra naturaleza social, sin embargo muchas veces no le sacamos todo el partido que nos gustaría.  Tenemos que ser conscientes de los recursos que nos ofrece nuestro entorno, para así sacarles el máximo partido. Ser conscientes para no resultar ni pasivos ni agresivos, sino asertivos. Donde además ser conocedores de algunos elementos como la coherencia, reciprocidad, empatía y rechazo  y poder usarlos a nuestro favor en nuestras conversaciones. Como es habitual en PyC echaremos mano de las fórmulas para facilitar la puesta en marcha. 

LA NATURALIDAD DE PEDIR AYUDA

La petición de ayuda está adornada, entre otros, por componentes como la sociabilidad, el gregarismo o la tendencia afiliativa, cuyos términos refuerzan la naturalidad con la que la petición de ayuda puede surgir. Podemos describir  la solicitud de ayuda como una acción social que nos ha servido a lo largo de nuestra historia como especies, pero que también nos puede seguir ayudando, y de hecho lo sigue haciendo. En definitiva, nos facilita nuestro desempeño diario en diferentes actividades.

La ayuda puede encontrarse en conductas tan mínimas e imperceptibles como pedir fuego a alguien para que satisfaga esa apetencia de un cigarrillo hasta pedir auxilio porque tu casa se está quemando. Algunas de las acciones que llevamos a cabo pueden resultarnos inconscientes y no intencionadas, además de automáticas, pero a fin de cuentas esconden esa cooperación más social.  Sin embargo, en otras situaciones si vemos necesario pedir ayuda, esta forma más consciente de pedir ayuda nos resulta más complicada, debido a la planificación y la duda sobre la respuesta del otro.

Debemos tener en cuenta que el hombre es fundamentalmente un ser social que vive y sobrevive porque recibe beneficios y servicios de su comunidad. El hombre puede considerarse como un animal que funciona por necesidades, y que gracias a las relaciones humanas, gracias a ese intercambio de servicios, consigue satisfacer esas necesidades individuales y sociales que posee.  Esa colaboración nos ha facilitado nuestra adaptación y supervivencia a lo largo de nuestro pasado evolutivo.

¿Es bueno a nivel social pedir ayuda?

Giner en su manual sobre sociología dice que unas de las cualidades que tiene el ser humano es su necesidad de grupo, diciendo que si el hombre existe es por el hecho de  desarrollarse en función del grupo social al que pertenezca.  A sabiendas de que parte del comportamiento humano es instintivo, también  sabemos que ser humano tiene la capacidad de actuar de manera social, entendiendo que la dimensión social surge a través de toda actuación humana.  Podemos decir que la acción humana, como componente social del ser humano, mantiene un motivo subyacente como es el de la colaboración para luchar por la supervivencia de la especie y de la persona como ser individual.  Con ello se entienden que toda acción va dirigida a un fin.

 

La acción de pedir ayuda aguarda la finalidad de mejorar, cambiar o eliminar un determinado estado actual por otro, con la ayuda de una o varias personas, quienes te ayudarán a conseguir un objetivo específico que tienes en mente.

No debemos rechazar o infravalorar la solicitud de ayuda, ya que ésta regula las relaciones que establecemos con otras personas, siendo un elemento primordial en dichas interacciones. Todo ello nace de la cooperación para hacer de la convivencia un lugar seguro y satisfactorio.   Que una persona en cuestión responda a nuestra demanda dependerá en gran medida de su conducta pro-social.  La conducta pro-social es cualquier comportamiento que beneficia a otros o que tiene consecuencias sociales positivas, ésta puede tomar muchas formas, incluyendo las conductas de ayuda, cooperación y solidaridad.

Principio de reciprocidad.

El motivo que subyace a todo esto es la reciprocidad de ayuda. El ser humano mantiene una creencia preconsciente, y es en parte la que nos motiva a responder a las demandas de una persona. Sabemos que cuando ofrecemos ayuda, es probable que en un futuro, más próximo que lejano, cuando nosotros necesitemos ayuda, esa persona a la que nosotros ayudamos, podrá también ayudarnos a nosotros. Esto está explicado por el principio de reciprocidad. Este principio resulta muy atractivo, cuando alguien nos hace una determinada demanda, nos es atractiva porque a corto/medio plazo nosotros también obtendremos un beneficio de ello.  Por un motivo o por otro el ser humano parte de una base de solidaridad, de ayuda mutua, la cual en un pasado fue útil para la supervivencia, y que ahora lo puede ser para paliar las dificultades que nos encontramos en nuestra vida cotidiana.

AUMENTAR PROBABILIDAD DE RECIBIR AYUDA, SABER PEDIR AYUDA

Como vemos son muchos los factores que nos hacen ser sociales, y que además recibamos alguna recompensa con esa faceta social.  Debemos utilizar esa sociabilidad para beneficiarnos o para paliar las contradicciones de nuestro día a día.

 

La ayuda que recibimos y que nosotros mismos le otorgamos a otras personas, con frecuencia, pasa por inadvertida, ya que nuestras acciones se automatizan y damos por hecho que esa ayuda debe ser bidireccional.

En algunas situaciones cuando somos conscientes de que necesitamos ayuda, teniéndola que expresar explícitamente no resulta fácil hacerlo, nos da reparo, o pensamos que obtendremos una negativa.. Otras veces, sin embargo, podemos solicitar esa ayuda exigiéndola, desembocando en una posible negativa ya que le coaccionamos y no respetamos su libertad.

El ser humano, por lo general, está receptivo ante la idea de ayudar al otro, pero la forma en la que formulemos la petición aumentará o disminuirá la probabilidad para recibir ayuda del otro.

¿Necesitas ayuda?

Estilo de comunicación: Influye a la hora de pedir ayuda

Con esto último, os queremos dar a entender que la reacción de la persona que tenemos enfrente, dependerá en gran medida de cómo realicemos esa petición.  Hay tres estilos principales para comunicar y por la tanto para pedir ayuda:

A| Utilizar el estilo asertivo es el más óptimo y el que más nos ayudará a conseguir lo que queremos realmente.

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B| Si tu forma de pedir ayuda esconde un estilo agresivo de reproche puede provocar el efecto contrario a lo que deseas, que renieguen otorgarte esa ayuda. Por el contrario si rehúsas pedir ayuda obviamente no alcanzarás tu objetivo.

C| Quizás podamos pensar que pedir ayuda denota debilidad o falta de competencia. Pueden haber diferentes razonas por las que no se solicite ayuda, sin embargo es un aprendizaje importante obtener para sacarle más partido a la vida. Esta forma denotaría un estilo pasivo.

No podemos pecar y quedarnos callados, evitando que personas cercanas a nosotros nos puedan ayudar, y con ello, ofrecerles a ellos  en un futuro nuestra ayuda. Como tampoco podemos osar y exigir que nos ayuden, pues el efecto que conseguiremos será contrario al que nos moviliza para solicitar la ayuda al otro.

PEDIR AYUDA: EN TODOS TUS CONTEXTOS ES SALUDABLE

La petición de ayuda puede visualizarse y puedes fomentarla en diferentes contextos sociales. Estamos más acostumbrados a pedir ayuda en nuestras relaciones sentimentales, de amistad, familiares, quizás porque nos encontramos más cómodos, quizás porque anticipamos un sí, quizás porque a lo largo de nuestra relación con dichas personas, la ayuda mutua haya sido algo normal y natural…

Sea por lo que sea, conociendo los beneficios de ello, también podemos saber utilizar ese recurso en otras situaciones.  Como por ejemplo que un compañero de trabajo te cubra en una reunión a la que por  X motivos  no puedes acudir, o por ejemplo, pedirle a alguien que te enseñe a hacer algo que no sabes hacer bien.  Estos dos ejemplos los desarrollaremos más adelante.

ELEMENTOS NECESARIOS PARA PEDIR AYUDA BIEN

  • COHERENCIA: Tras adoptar una determinada postura, resultaría difícil comportarnos de forma contraria. Estas presiones que nos nacen de forma innata nos harán responder de manera que justifiquemos nuestra decisión previa. ¿Qué queremos decir con esto? Si cuando realizas una petición de ayuda antes le comentas rasgos suyos como la solidaridad o el compañerismo será más probable que obtengamos un sí.

  • LA RECIPROCIDAD: Hablar de tal forma que a la persona que tengamos enfrente le resulte atractivo ayudarnos. ¿Por qué? Por la posible ayuda que él podría recibir en el futuro.

  • EMPATÍA: Ser capaz de ponerte en su lugar, de comprender que no pueda ayudarte, evitando malos entendidos o posibles conflictos. Que se propicie la empatía ayudará a ambos a desviar las sensaciones o emociones negativas que puedan surgir.

  • GESTIONAR EL RECHAZO: Ante la posibilidad del “no” que pueda aparecer, digerirlo de tal forma que no nos resulte dañina, evitando emociones de rabia, frustración, decepción… En este elemento resaltamos una técnica de Javi Santoro de www.egolandseduccion.com

El halago del no

Agradece la negativa de una persona ante tu propuesta. Hazle saber hay algo peor a que te diga que no respecto a una propuesta y es que esa persona haga algo que realmente no le apetece, a sabiendas que la vez que acceda a tu propuesta sea porque realmente quiera. Esta herramienta ayuda a transmitir confianza, además de aportarle a la persona que tiene delante la libertad de su decisión, lo cual no deja de ser gran atractivo.

Ejemplo: Me alegro de que me hayas expresado que no te apetece ayudarme en este nuevo proyecto que estoy emprendiendo, ya que la próxima vez que sí aceptes lo harás porque realmente quieres o te apetece

 

FÓRMULA MÁGICA PARA PEDIR AYUDA

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  1. Concreta en términos operativos la ayuda que necesitas.

Necesitaría que alguien del equipo de trabajo me cubriese en una reunión para poder acudir una boda de mi familiar.

Necesitaría que alguna persona me ayudase a hacer esto,

  1. Recurre a una persona que tu creas que puede satisfacer esa ayuda
  2. Solicita su ayuda
  3. Háblale del problema y coméntale cómo esa persona podría ayudarte

Hola Joaquín, quiero pedirte un favor, creo que eres una persona solidaria que puede ayudarme, el mismo sábado que tengo la reunión se casa mi prima. ¿Te importaría cubrirme?

  1. Empatiza con esa persona, hazle entender que respetarás que no puedas cumplir con tu demanda.

Entiendo que puedas tener otras prioridades que atender, y comprendería que no pudieses ayudarme.

  1. Coméntale las consecuencias positivas y anticípale que tú podrías ayudarle también en un futuro.

Si me ayudas me sentiré en deuda contigo, cualquier ayuda que requieras podrás contar conmigo.

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